Controversia Sobre el Nuevo Proyecto de Ley de Máquinas Tragamonedas en Uruguay
Un Catalizador para el Aumento de la Adicción al Juego
El MEF destacó varios riesgos asociados con la aprobación del proyecto de ley, incluyendo la potencial creación de entornos propicios para el «juego de menores, posibles fraudes y un aumento de la violencia». El proyecto de ley, que limita a 25 las máquinas de juego electrónico por establecimiento, también se ve como un posible catalizador para un «aumento en la adicción al juego.»
El ministerio advirtió que la aprobación del proyecto de ley podría «generar la proliferación del juego en línea» en un futuro cercano, lo que supone un «riesgo significativo de un aumento incontrolado en la adicción al juego.» El MEF declaró: «En última instancia, el proyecto innova dejando atrás una política estatal que ha estado en vigor durante más de un siglo.»
Además, el MEF señaló que la aprobación del proyecto de ley tendría un impacto negativo en la legislación de juego actual, creando un «tratamiento discriminatorio y contraproducente» para «inversionistas que confiaron en el sistema histórico.»
Estos inversionistas han realizado inversiones privadas sustanciales, a veces por millones de dólares, contribuyendo a la creación de empleo y al desarrollo de infraestructura turística tanto en los casinos privados como en las salas de juego mixtas bajo la Dirección General de Casinos.
Antecedentes y Detalles del Proyecto de Ley
En diciembre, el senador Sergio Botana presentó el proyecto de ley para legalizar las máquinas tragamonedas fuera de los casinos y salones de tragamonedas. El senador dijo a El País que el objetivo del proyecto de ley es «regular lo inevitable» y prevenir la entrada de narcotraficantes en el mercado.
Botana confía en que la iniciativa obtendrá suficiente apoyo, habiendo discutido el proyecto «con todos los actores políticos, autoridades gubernamentales y el sector privado.» Si se aprueba, la ley permitiría máquinas tragamonedas en locales comerciales con licencia, como pubs, bares, restaurantes y hoteles, con un máximo de 25 máquinas por sitio.
El proyecto de ley también establece un límite nacional de 25,000 máquinas tragamonedas. A cada operador se le otorgaría un mínimo de 50 y un máximo de 500 máquinas si se aprueba el proyecto de ley.
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