El presidente de Brasil revisará el lanzamiento de apuestas de Caixa en medio de una controversia política
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva se reunirá esta semana con el presidente de Caixa Econômica Federal, Carlos Vieira, tras las críticas generadas por el plan del banco estatal de lanzar su propia plataforma de apuestas deportivas. Los opositores sostienen que la iniciativa contradice el llamado de Lula a una regulación más estricta y a mayores impuestos sobre el juego.

Un banco estatal entra en el mercado de las apuestas
Caixa, la mayor institución financiera controlada por el Estado en Brasil, anunció a comienzos de octubre su intención de lanzar una marca de apuestas antes de que termine noviembre. Según Carlos Vieira, la iniciativa podría generar ingresos de hasta 2.500 millones de reales (aproximadamente 463 millones de dólares) para 2026.
“La gente suele jugar más cuando hay acumulación de premios, y este año no tuvimos grandes acumulados. En cuanto a las apuestas, nos preparamos para lanzarlas a finales de noviembre. Es un mercado nuevo y Caixa es un recién llegado. Queremos ser un actor importante. Nuestra estimación de ingresos es de entre 2.000 y 2.500 millones de reales para el próximo año”, declaró Vieira a O Globo.
El banco recibió en julio su licencia oficial de la Secretaría de Premios y Apuestas (SPA), que le permite operar bajo tres marcas: betcaixa.bet.br, megabet.bet y XBET CAIXA.
Una tormenta política por contradicciones en la política pública
El anuncio tomó por sorpresa al gobierno de Lula, que en los últimos meses había pedido un mayor control del creciente mercado de apuestas en línea. Su intento anterior de aumentar la tasa impositiva a los operadores del 12 % al 18 % fracasó cuando el Congreso dejó expirar la medida provisional correspondiente.
Ahora, con un banco estatal a punto de entrar en el mismo sector, los legisladores de la oposición acusan al gobierno de hipocresía. Señalan las reiteradas advertencias de Lula sobre los costos sociales del juego y sostienen que una institución pública no debería beneficiarse de este tipo de actividades.
El malestar dentro del Ejecutivo ha llevado a debatir si el proyecto de Caixa debería continuar o ser suspendido.
El acuerdo con Playtech eleva las apuestas
Detrás de los planes de Caixa hay una alianza internacional de peso. Fuentes del sector indican que el banco ha llegado a un acuerdo con Playtech, uno de los principales proveedores mundiales de tecnología para el juego, para desarrollar la nueva plataforma.
El director ejecutivo de Playtech, Mor Weizer, confirmó el acuerdo durante una reciente presentación, sin mencionar a Caixa directamente:
“No puedo nombrarlos aún, pero estamos en conversaciones avanzadas con lo que creemos será uno de los mayores operadores de Brasil. Ya tienen acceso al mercado y una fuerte presencia. Todavía no están activos en apuestas y juegos en línea, pero esto representa una oportunidad muy significativa para Playtech.”
Según medios brasileños, el contrato incluye una cláusula de rescisión valorada en varios millones de reales, lo que significa que si el gobierno decide detener el proyecto, podrían surgir consecuencias financieras y legales.
Caixa ha defendido su estrategia como una respuesta pragmática a la caída de los ingresos de la lotería, que disminuyeron desde la legalización del juego en línea en Brasil. El banco busca aprovechar su red de casi 15.000 agencias de lotería para ganar participación en el creciente segmento de las apuestas deportivas.
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